En la actualidad uno de los problemas a los que nos enfrentamos como sociedad es el cáncer, siendo los gliomas el grupo de tumores cerebrales más agresivos en el SNC, los cuales tienen una sobrevida1 < 23 meses (grado 4). Una de las metas a futuro es poder entender el comportamiento de los gliomas en el cerebro tanto como nos daña, como se conforma, como se desarrolla y como modifica el área cerebral al que afecta directa e indirectamente. El cerebro está compuesto por una variedad de células nerviosas, siendo los axones parte fundamental de este, los cuales integran la sustancia blanca (SB) cerebral, e interneuronas con axones confinados a la sustancia gris (SG). La materia blanca está formada por los haces de fibras nerviosas o tractos, que facilitan la comunicación entre regiones cerebrales y la integración de la información en un sistema de procesamiento distribuido. La actividad cerebral es parte fundamental en las investigaciones neurocientificas, ya que delimitan aquellos circuitos cerebrales que subyacen a cada una de las funciones cognitivas y motoras que caracterizan a los humanos. Dando como resultado información cerebral de cada región del cerebro, quien se comunica y quién no. Por ello conocer cuánto daña las zonas cerebrales durante el crecimiento tumoral es el inicio de este trabajo. Uno de los métodos usados para estudiar la conectividad cerebral fue la resonancia magnética, que se basa en el estudio de las propiedades derivadas de las imágenes de difusión cerebral, (DWI, Difusión weighted imaging). Las imágenes obtenidas por DWI permiten cuantificar la dirección de la difusión de las moléculas del agua del tejido cerebral al someterlas a un campo magnético constante y a pulsos de radiofrecuencia. Las moléculas de agua se difunden con mayor facilidad en los axones recubiertos por vainas de mielina, por ello la secuencia DWI nos permite detectar la anisotropía producida por la movilidad de las moléculas de agua en los tractos de fibras nerviosas cerebrales y posteriormente se reconstruyen las trayectorias más probables de estos haces de fibras, a partir de sus mapas de tractografía. Las reconstrucciones de todos los haces de las fibras se obtienen de su tractografía 3D y de un modelo previo de la imagen, que permitirá proveer la orientación de las fibras. El modelo DTI (diffusion tensor imaging) nos permite cuantificar el grado de anisotropía de los protones del agua en los tejidos y la evaluación de conectividad de la sustancia blanca (tractos), dentro del tejido cerebral. El objetivo de este modelo es describir las propiedades de difusión y extraer información anatómica más fina de cada voxel y poder dar un pronóstico al médico de que áreas en el cerebro si se están comunicando entre sí. A partir del tensor de difusión se obtienen diferentes parámetros conocidos como métricas: Anisotropía fraccional (FA), coeficiente de difusión aparente (ADC), difusión axial (AD) y difusión radial (RD). Las cuatro métricas obtenidas nos arrojaran información de la capsula externa (EC), el hipocampo (Hip) y el cuerpo calloso (CC), que fueron las zonas estudiadas. Nuestro trabajo se centró en el análisis de las imágenes obtenidas de cinco ratas (macho, de la variedad Sprague Dowley, 60 días posnatal) a los que se les implantaron intracranealmente 10,000 células de la línea tumoral C6 en el lóbulo frontal izquierdo, con una evolución de 21 1Tiempo que pasa desde la fecha del diagnóstico o el comienzo del tratamiento de una enfermedad, como el cáncer, durante el cual los pacientes con la enfermedad siguen vivos 3 días. Después se les práctico la eutanasia para procesar los cerebros en un equipo de resonancia magnética de 7T. Las métricas analizadas con el programa de DSI-STUDIO determinaron que el tumor alcanzo volúmenes de hasta un 9.61 % en todo el cerebro de rata. En algunos casos el cuerpo calloso tiene cambios en sus métricas, aunque no se vea afectado directamente por el tumor. En las tres zonas estudiadas se observó tres grados de compresión tisular, así como aumento o perdida de difusión en la estructura de los tejidos de las zonas. En conclusión, el uso del DTI y sus métricas permitirán en un futuro obtener un biomarcador que identifique la estructura tumoral, su difusión y el daño en las zonas circundantes.
Relaciones
En Conjunto Administrativo: |
|
Descripciones
Nombre del atributo | Valores |
Creador |
|
Colaboradores |
|
Tema |
|
Editor |
|
Idioma |
|
Identificador |
|
Palabra Clave |
|
Año de publicación |
|
Tipo de Recurso |
|
Derechos |
|
División académica |
|
Línea académica |
|
Licencia |
|